Miércoles 25 de marzo. Fiesta de la Anunciación. El pan del día nos lo alcanza hoy María. El evangelista nos sitúa bien en el espacio y en el tiempo: Nazaret, al sexto mes del anuncio del nacimiento de Juan el Bautista. Las promesas de Dios toman cuerpo en la historia, pero para ello nos pide que le echemos una mano. El que es la luz del mundo entró por la ventana de un Sí. Dios no presiona, ni violenta, ni invade; no impone, sino que llama a la puerta, pide permiso. Se “detiene” ante nuestra libertad. Pero Dios también quiere contar con nosotros, ha querido solicitar nuestra colaboración, nuestra disponibilidad y servicio para actualizar su misericordia. De algún modo, también nosotros podemos, por la fe, “engendrar” a Jesús para el mundo. Lo que es Dios para nosotros, lo quiere ser a través nuestro. El anuncio del ángel Gabriel contiene dos verbos que se convierten hoy en sendas llamadas: “Alégrate… el Señor está contigo”. Es bueno que no lo olvidemos, María acogió esta alegría serena y le llevo a abrirse al vértigo de un horizonte inédito, asumiendo los riesgos. “No temas”. No tengas miedo, os lo repito y me lo repito, no tengas miedo: “para Dios nada hay imposible”. Que en esta Jornada por la Vida aprendamos de María y abramos nuestro corazón para acoger la Palabra del Señor que nos invita a ser sembradores de esperanza. Hágase.
Juan Sebastián (Párroco de san Miguel)
Foto de hoy: Detalle de la Anunciación (bajorrelieve en madera policromada del retablo de la Capilla de los Salazar)
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