EL PAN DE CADA DÍA
Sábado 25 de abril. Fiesta de san Marcos. Pan y Evangelio. En esta fiesta del evangelista Marcos, damos gracias a Dios por el don de su Evangelio que es lámpara para nuestros pasos y luz en nuestro sendero vital. El tema de su evangelio es la persona de Jesús y la reacción de la gente a su paso. El encuentro con el Resucitado y el mandato misionero, que recoge el texto de hoy, proyecta la misión de la Iglesia y de todo creyente a ser diaconía para el mundo. Una Iglesia llamada a anunciar y a servir la Buena Nueva, anuncio que va acompañado de signos de servicio y entrega. En esta tarea, no estamos solos, el Señor nos asiste, coopera con nosotros confirmando la palabra con los gestos que los acompañan. Él nos capacita, ensancha nuestras posibilidades y dones. La primera lectura de la 1ª Carta de Pedro nos dirige una serie de recomendaciones más que pertinentes hoy y siempre. Nos invita a ponernos el “delantal” de la humildad. Esta humildad, referida a la relación de los cristianos con Dios, lleva a la confianza por la que ponemos en sus manos todos nuestros afanes y dificultades. Él se ocupa de nosotros. Es también una llamada a la sobriedad, a la sencillez, a la vigilancia, a la entereza y a la resistencia frente a todo lo que se opone a que la Buena Noticia tome cuerpo en la historia. Encomendemos a Dios nuestros afanes. Con Él vamos bien.
Juan Sebastián (Párroco de san Miguel)
Foto de hoy: Evangeliario de la parroquia (s.XXI), con los cuatro símbolos del tetramorfos representando a los cuatro evangelistas: el león (san Marcos), el hombre/ángel (san Mateo), el buey (san Lucas) y el águila (san Juan).
ABR
