EL PAN DE CADA DÍA
Lunes 22 de junio. Más miga, más pan. El Sermón de la montaña ha ido recolocando poco a poco estructuras y condicionamientos internos que nos esclavizan y no nos ayudan a situarnos en una perspectiva nueva: la presencia del reinado de Dios. En el Evangelio de hoy, Jesús denuncia la hipocresía de aquellos que son duros de juicio frente a las debilidades ajenas y muy permisivos justificando las propias o hasta negándolas. Eso de usar un “doble rasero”, una “doble vara” de medir, parece que no se ha pasado de moda, es una actitud farisaica que sigue reproduciéndose en nuestro mundo y también entre nosotros. Nos cuesta autoanalizar y tomar conciencia de nuestras debilidades, experimentando en ellas la misericordia de Dios. A veces somos muy duros en el juicio, sin tomar conciencia de la repercusión de nuestras palabras, juicios, sentencias… Pedir al Señor aprender a “ponernos en la piel” de los demás, “caminar con los zapatos del otro”, es un ejercicio de empatía, pero también una actitud profundamente cristiana. El ejemplo hiperbólico de Jesús en la desproporción entre la “mota” y la “viga” nos ayuda a entender la nueva justicia que viene de la mano del Reinado de Dios. Experimentar la misericordia y el perdón lleva a ver al prójimo en el mismo abrazo salvador del Padre. La invitación es a redimensionar la mirada que bascula siempre hacia la misericordia, más que a la rigidez del juicio. Cuando el evangelio nos dice “no juzguéis, para que no seáis juzgados”, está otorgando un inmenso valor a la compasión con el hermano, aunque haya fallado. Señor, parece estar claro para ti, ayúdanos a “verlo claro”.
Juan Sebastián (Párroco de san Miguel)
Foto de hoy: Ecce homo (pintura sobre tabla clavada de autor anónimo de finales del XVI, se halla en la Sala Capitular).
JUN
