EL PAN DE CADA DÍA
Viernes 1 de mayo. San José Obrero. Pan en el taller. Decir “camino de Damasco” es una frase que designa un cambio radical ocurrido en la vida de una persona. Es lo que paso a Pablo. Tras un encuentro cara a cara con Jesús todo cambia; Jesús le ha conquistado el corazón y pasa de enconado y violento perseguidor, a infatigable y apasionado misionero y apóstol. También, con la ayuda de Dios, son necesarios instrumentos que faciliten las transformaciones, Ananías hace de mediador y puente con la comunidad cristiana. Pablo ha sido interpelado y llamado por el Señor y responde con todo su ser: hay un antes y un después. Se produce un viraje radical en su vida (conversión): es una persona nueva, transformada. Dios tiene estas cosas, hace posible lo aparentemente imposible. “Mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida… El que me come vivirá por mí” afirma el evangelista Juan en estos versículos centrales del discurso eucarístico. Vivimos por él y de él. La Eucaristía nos une a Jesús y esta comunicación participada nos vuelca a la misión. Jesús es alimento de vida y bebida de salvación. Pedimos hoy en este día del trabajador por todos los trabajadores y cuidadores, así como por aquellos que sufren precariedad y por los que han perdido su trabajo. Y le pedimos a San José que nos ayude a comprometernos por la dignidad del trabajo, para que haya trabajo para todos y que sea un trabajo digno. San José, ruega por nosotros.
Juan Sebastián (Párroco de san Miguel)
Foto de hoy: Escena del “Belén parroquial” que representa a José, María y el Niño en el taller de Nazaret (belén parroquial s. XXI).
MAY
