EL PAN DE CADA DÍA
Jueves 2 de abril. Pan que alimenta, como el pan de la Palabra. La página breve del Génesis que proclamamos hoy refiere la alianza del Señor con Abrahán. Son breves, pero son palabras fundantes. Descubrimos una relación muy cercana entre Dios y Abrahán. Ese Dios que, movido por su gran amor nos habla como amigos y mora con nosotros. Un Dios que nos invita a entrar en comunicación con Él y que nos recibe en su compañía. Esta relación de tú a tú nos hace fecundos. Aquel nómada que no podía tener hijos, ahora tendrá una gran descendencia y heredará una tierra. Sólo se pide fidelidad. En el Evangelio vemos aumentar la distancia entre Jesús y sus interlocutores. El verdadero diálogo acerca, pero en este caso el encuentro parece imposible. Los “diálogos” se dan en paralelo y desde distintos prismas. ¡Qué difícil resulta que la Palabra se entrañe en nosotros cuando nos blindamos o defendemos ante ella! Jesús les dice, con dureza, que no conocen a Dios. Porque “conocer a Dios es practicarle”, siendo cauce de lo que Dios es para el mundo y para cada uno de nosotros. Guardar la palabra es cumplirla. Como dice Santiago en su carta, dichoso el que no se contenta con oír la Palabra, sino que la pone en práctica.
Juan Sebastián (Párroco de san Miguel)
Foto de hoy: Emblema de san Miguel en el remate central de la Reja del Coro (s. XVII, estos remates son piezas en madera tallada, policromada y dorada, el de la imagen reproduce en latín la tradicional enseña de san Miguel: ¿Quién como Dios?)
ABR
