EL PAN DE CADA DÍA
Jueves 11 de junio. Fiesta de San Bernabé, apóstol. Pan para “hoy”. El libro de los Hechos nos presenta a Bernabé en Antioquía, contento de advertir la acción de la gracia de Dios en las comunidades. El retrato que nos dibuja de nuestro personaje no escatima en elogios: bueno, lleno de fe y de Espíritu Santo. Lo que se espera de un seguidor de Jesús. Será en esa ciudad donde por primera vez los discípulos reciban el nombre de cristianos. Nombre que es misión. La Iglesia en Antioquía ya va “fraguando” una cierta estructura organizativa y misionera; se nos presenta al “grupo de los cinco”, profetas y maestros. Las comunidades cuentan ya con estos líderes y responsables con funciones y servicios diferentes. Pero no hay tiempo para “encantarse”, el Espíritu, protagonista de la misión, ya reserva una tarea y encargo misionero especial para Bernabé y Saulo. Allá que van. El Evangelio arranca con dos imperativos: “Id y proclamad”. El Reino ha llegado, esta gran noticia, la mejor posible, hay que proclamarla a los “cuatro vientos” e implica “salir”, ponerse en marcha, sin dilación. El mensaje del Reino irrumpe en la historia con la fuerza de la liberación de todo mal que afecte a la persona y a la familia humana, los verbos tienen su “miga”: “curar, resucitar, limpiar, arrojar demonios”. Y, al igual que Jesús, los portadores del mensaje deben adoptar su mismo estilo de vida, andar “ligeros de equipaje”. Es misión de paz. Ah, y no se nos olvide: “Gratis habéis recibido, dad gratis”.
Juan Sebastián (Párroco de san Miguel)
Foto de hoy: Púlpito rococó (fue realizado en 1774 en madera dorada y policromada por Ignacio Alegre, posee una gran riqueza ornamental con la simbología tradicional del arcángel San Miguel y en el centro el anagrama de María bajo corona real cerrada).
JUN