EL PAN DE CADA DÍA
Jueves 4 de junio. Fiesta de Jesucristo, sumo y eterno Sacerdote. Pan de la palabra, pan de eucaristía. Isaías nos regala el cuarto cántico del siervo de Yahvé, su pasión y gloria. Se trata de un texto cargado de emoción y simbolismo. El profeta no ahorra detalles desgarradores en su descripción. Se constata el sufrimiento injusto infligido por individuos y estructuras que caminan en contra del querer del Señor. Sin embargo, late la convicción de que tras el siervo doliente está el Dios de la vida que lo respalda. La intensidad emocional crece en el texto del Evangelio de Mateo que narra la oración en Getsemaní. En esta escena, el narrador nos revela algo de la espiritualidad íntima de Jesús, su angustia, su tristeza, la soledad, la congoja que siente ante la muerte cercana, su obediencia filial a la voluntad del Padre, en una palabra: los sentimientos más humanos del Hijo de Dios. Hasta los más cercanos le fallan y no están a la altura. Parece que se esté pidiendo un “imposible”… Sin embargo, en la lucha, triunfa la entrega plena y confiada a la voluntad del Padre. Resuena la petición del padrenuestro: “no se haga como yo quiero, sino como quieres tú”, “hágase tu voluntad”. Honrar a Jesús es identificarse con su voluntad amorosa, aprender de esa fidelidad inquebrantable al proyecto de Dios, hasta la entrega de la propia vida. Lo que tú quieras, como tú quieras, aunque duela. Esta oración de Jesús es el paradigma de oración de todo creyente ante situaciones límite donde se pierde el sentido de la vida y se pone a prueba la fe ante el silencio de Dios. Aquí estamos, Señor, para hacer tu voluntad. Hágase.
Juan Sebastián (Párroco de san Miguel)
Foto de hoy: Custodia de estilo rococó realizada en plata repujada en el taller zaragozana de Domingo Estrada (1779)
JUN