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Día del Domund

Día del Domund

El próximo domingo día 18 se celebra el día del DOMUND con el lema Misioneros de la misericordia.

La bula Misericordiae vultus, del Papa Francisco, por la que se convoca un Año Santo de la Misericordia, ha sido la fuente de inspiración para que Obras Misionales Pontificias se haya decantado por esta propuesta.

En la imagen del cartel para la Jornada, una misionera que acoge y acompaña a otra persona. Así de sencillo y así de sublime. Ambas personas son reales y viven apasionadamente la fuerza de la caridad. La imagen no trasluce otra cosa más que amor y misericordia. En definitiva, ternura. El papa Francisco invita a cada persona a sacar de su interior la capacidad de amar que anida en su corazón. Para ello, anima a descubrir que el Evangelio es fuente de alegría, de liberación y de salvación para todos los hombres.

Preciso es reparar en que los misioneros son radicalmente misericordiosos. Ellos son los que, en la Iglesia “en salida”, saben adelantarse sin miedo e ir al encuentro de todos para mostrarles a un Dios cercano, providente y santo. Con su vida de entrega al Señor, sirviendo a los hombres y anunciándoles la alegría del perdón, revelan el misterio del amor divino en plenitud. Ellos viven una profunda vida espiritual, que enriquece su mente y su corazón para reconocer la acción del Espíritu, les saca de la estrechez de una espiritualidad limitada y les abre a nuevos horizontes ilimitados, e indican el camino que cada cristiano ha de recorrer como “discípulo misionero”.

 

Os traemos el testimonio de una misionera laica se llama Ana María López Castaño, misionera de Lugo, penal de San Pedro de Sacaba, Bolivia.
 
He conocido el significado de grandes palabras en mi vida, creía conocer, pero realmente no era así … su significado profundo ha tocado mi alma, y me ha cambiado como persona..
 
Creía saber lo que era la libertad… los privados de libertad me han enseñado a descubrir su valor y significado más profundo… que, a veces, las peores ataduras, no son las rejas, o el encierro… sino los golpes de la vida, que marcan tu existencia…
 
Creía saber lo que era la misericordia, pero que pobre era mi misericordia… lo entendí al ser consciente de cuánto se puede llegar a querer a gente que jamás pensé poder querer así… y hoy puedo decir que aprendí amar a la gente más allá de los errores que hayan cometido, por muy graves que sean…
 
Creía que sabía lo que era el dolor, y la fortaleza… hasta compartir con el pueblo boliviano tantas cosas complicadas… ver cómo la vida golpea duro, y cómo se levantan, una y otra vez, te da una nueva dimensión de ambas palabras…
 
Creía saber lo que era confiar en Dios. Cuantas lágrimas, enojos y frustraciones me han costado aprender esta práctica….

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