La Eucaristía es el sacrificio mismo del Cuerpo y de la Sangre del Señor Jesús, que Él instituyó para perpetuar en los siglos, hasta su segunda venida, el sacrificio de la Cruz, confiando así a la Iglesia el memorial de su Muerte y Resurrección. Es signo de unidad, vínculo de caridad y banquete pascual, en el que se recibe a Cristo, el alma se llena de gracia y se nos da una prenda de la vida eterna.
Tiempo y lugar: El sacramento de la Eucaristía se puede recibir en todas las celebraciones de la Santa Misa. Si por causa de enfermedad, no puede ir a la iglesia, puede comunicarlo al grupo de Pastoral Sanitaria y el equipo de sacerdotes se encargará de llevarle la comunión a su domicilio.
Preparación: No estar en pecado mortal o haber recibido la confesión sacramental y abstenerse de beber o comer durante una hora antes de recibir la comunión.