EL PAN DE CADA DÍA
Martes 2 de junio. Al pan, pan… La segunda carta de Pedro hace referencia al tema de la venida definitiva del Señor. Vivir cabalmente, vivir en cristiano, vivir en santidad permite apresurar la venida del Señor. Cuidado con una actitud pasiva o indiferente frente al tiempo presente. Por el contrario, el cristiano está llamado a vivir y trabajar para que el mundo camine por sendas de paz, de honestidad y de reconciliación: “esperamos un cielo nuevo y una tierra nueva, en que habite la justicia”. Contamos con la “paciencia” de Dios para con nosotros que nos da confianza y nos ayuda a “no perder pie”. En el Evangelio, herodianos y fariseos se dirigen a Jesús con una “pregunta trampa” para “cazarlo”. Aprovechan un asunto polémico como era el pago de impuestos, que todo judío debía hacer a las autoridades romanas. La pregunta pretende ponerlo en un “callejón sin salida”, según la respuesta aparecerá o bien como un “colaboracionista”, o bien como un “subversivo peligroso”. A simple vista, no hay escapatoria, responda lo que responda quedará desacreditado y comprometido ante una de las partes. Pero la libertad de Jesús es mayor que el poder manipulador del mal y de sus estrategias miopes. Ágilmente, ha captado la intención torcida e hipócrita de quien le interroga y coloca la cuestión en otro plano. A Dios lo que es de Dios. No le metamos en nuestras grescas ideológicas. A Dios lo de Dios, significa que lo central para Él es la vida real y concreta, el respeto y cuidado por la dignidad de toda persona. Es decir, la práctica de la justicia y la solidaridad, el amor hecho gesto concreto de servicio, la limpieza de corazón, la rectitud de intención… Y al César lo que es del César.
Juan Sebastián (Párroco de san Miguel)
Foto de hoy: Antiguo rótulo cerámico de la calle en la fachada de la Iglesia parroquial de san Miguel
JUN
